La Universidad de Margarita celebró una vez más su tradicional Caminata Académica, un ritual que simboliza el cierre de la vida estudiantil y la transición hacia la vida profesional.  

Tras la misa de Acción de Gracias en la Basílica Menor de la Virgen del Valle, los integrantes de la XLII promoción se revistieron con toga y birrete para emprender el recorrido hacia el campus universitario. Este gesto, cargado de emoción y significado, representa el último ingreso de los estudiantes a su casa de estudios antes de recibir oficialmente sus títulos.  

La caminata, marcada por la adrenalina, las risas, la euforia y la complicidad entre compañeros, se ha consolidado como una de las actividades más esperadas por los graduandos. El trayecto culmina en el Aula Abierta, donde la alegría se desborda en bailes y celebraciones, reflejando la satisfacción de haber alcanzado la meta.  

En esta tradición participan las autoridades rectorales, el Consejo Superior, decanos, profesores, estudiantes, familiares y amigos, quienes acompañan a los graduandos en un recorrido que se convierte en una verdadera fiesta popular, llena de sentimiento y del reconocimiento de la comunidad del Valle. La Caminata Académica trasciende así lo académico para convertirse en un acto de identidad colectiva y orgullo compartido.  

Este recorrido no solo honra el camino académico transitado, sino que también prepara el espíritu para la ceremonia oficial de conferimiento de títulos y la imposición de medallas, momento en el que los estudiantes se convierten en profesionales, cumpliendo los objetivos y sueños que los llevaron a la universidad.  

La Caminata Académica es, en esencia, un homenaje al trayecto vivido, un símbolo de identidad unimarista y una tradición que cada año reafirma el orgullo de pertenecer a la Universidad de Margarita.  
(Joamacel Rodríguez)