El martes pasado, 20 de febrero, se llevó a cabo en el Centro de Idiomas de Unimar, el conversatorio “Deterioro y Estética Social”, sobre la teoría de las ventanas rotas, de James Q. Wilson y George L. Kelling, de los años 80, y su implicación en el contexto social actual.

La actividad fue diseñada para el intercambio conceptual, filosófico e ideario de estudiantes, profesores y otras personalidades interesadas, y estuvo dirigida por la profesora de la cátedra de Sociología Jurídica, Lic. Gersiree Salas, quien fue abordando el tema, paralelo a las intervenciones de los participantes.

Salas explicó a los oyentes las conclusiones a las que habían llegado los investigadores en sus trabajos de campo, las cuales se pueden resumir en el impacto que tiene el buen aspecto y cuidado de los elementos que conforman un espacio, en el comportamiento que tienen los individuos hacia éste.

“Es una cuestión de sentido de pertenencia, si veo que algo está bien y me han inculcado buenas costumbres, mi actuar irá en consonancia de ello. Mis hábitos, mi modo de actuar, son un reflejo de mi educación”, afirmó.

Este evento contó con la presencia de profesionales de otras áreas, entre ellos el filósofo y profesor, Marlon Dávila, quien habló del efecto multiplicador de una buena acción ciudadana en un grupo, haciendo énfasis en que la acción individual sí puede cambiar la realidad de un entorno.

Por último, la profesora Salas, invitó a los participantes a practicar este sentido de ciudadanía responsable y multiplicadora desde sus espacios de desenvolvimiento, empezando por la universidad, la casa y la familia, insistiendo en que, “la educación ciudadana es una cuestión del hogar”. (Giancarlo Bedetti)